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¡Jesús Está Aquí!
Lectura: Una selección de Lucas 2:6-21
Y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor». …
Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los
pastores decían.
Reflexión
¡¿has oído las buenas noticias?! ¡Jesús ha nacido! Una nueva rama está finalmente brotando del tronco de Isaí.
María lo está considerando todo. Mientras ella amamanta al pequeño Jesús está pensando en lo que significa que él esté aquí, listo para salvar el mundo.
Los ángeles lo están proclamando. Vienen como un gran coro, cantando sobre lo increíble que es Dios.
Los pastores son una parte de ello también. Dios escoge decirles a ellos primero. Los pastores no son de lujo o importantes, pero son los primeros que llegan a conocer a Jesús.
Y hoy tú llegas a estar allí con los pastores. Tienes la oportunidad de escuchar las buenas nuevas. Tienes la oportunidad de conocer a Jesús. Tienes la oportunidad de ir a decirle a la gente sobre él. ¡Dios te ha escogido! Él quiere que tú tengas un papel en su historia.
Preguntas
• ¿Cuál es tu parte favorita del nacimiento de Jesús?
• ¿Cómo puedes celebrar hoy el nacimiento de Jesús?
Oración
¡Feliz cumpleaños Jesús! No hay mejor noticia que celebrar hoy tu venida al mundo. Gracias por venir a vivir en medio nuestro, mostrarnos el camino, rescatarnos y resucitar. Hoy te damos la bienvenida a nuestras vidas. Amén.
¡Toda la familia de la Iglesia Encuentro con Cristo les desea una Feliz navidad y un bendecido año 2022!

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Un Largo Viaje
Lectura: Lucas 2:1-5
Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano. (Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria). Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo. También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a
Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta.
Reflexión
¡Casi estamos allí! Hemos caminado a través de la Biblia en este Adviento y ahora estamos casi en Belén. ¿Con quienes viajamos?
Estamos viajando con María. Su vientre de embarazada es grande y redondo, y ella ¡está lista para tener el bebé! Ella ya quiere conocer a su hijo. Ella quiere sostener a Jesús en sus brazos. Mientras esperamos que Jesús venga otra vez, somos como María. Podemos ponernos ansiosos, impacientes por que él vuelva y ponga todo en orden.
Estamos viajando con José, también. Él no sabe qué esperar. Nunca ha sido un padre antes. ¡Él ni siquiera sabe cómo sostener a un bebé! Somos como José, ¡porque tampoco sabemos qué esperar!
¡Jesús, ven pronto! Estamos muy emocionados de que estés con nosotros para siempre. No queremos esperar más.
Pregunta
• ¿Cómo esperas recordar la venida de Jesús este año?
Oración
Jesús, estamos emocionados de recordar una vez más y celebrar tu nacimiento. Queremos recibirte con un corazón dispuesto, expectante y agradecido. ¡Ven nuestros hogares y corazones Jesús!
¡Que tengas una feliz navidad!

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Un Papá Ejemplar
Lectura: Una selección de Mateo 1:18-25
El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.
Pero, cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz
un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Reflexión
José pudo haber dicho: “¡De ninguna manera! No voy a casarme con ella nunca más. A pesar de que amo a María, yo quiero tener una vida normal. No quiero ser el padre adoptivo del Hijo de Dios. Eso es raro. La gente pensará que yo soy raro”.
Pero no lo hizo.
José dijo: “Sí, me casaré con ella. Voy a ayudar a criar al Hijo de Dios. Voy a dejar que la gente piense que soy raro”.
A José le importó menos lo que otras personas pensaban y más lo que pensaba Dios. Se preocupaba más de María y menos de sí mismo.
Debido a eso, Dios le dio una parte muy buena en la historia de Dios. Dios usó a José para criar a Jesús. José enseñó a Jesús cómo usar un martillo y construir una silla, cómo leer la Biblia y cómo amar a otras personas. José llegó a ser el padre de Jesús aquí en la tierra.
Preguntas
• ¿Qué cosas aprendió Jesús de José?
• ¿Qué puedes tú aprender de José?
Oración:
Dio ayúdame a aprender del ejemplo de José. Hay veces que tengo tantas preguntas y miedo respecto a tu voluntad que me quedo sin avanzar. Ayúdame a demostrar mi fe y mi amor con acciones valientes, amén.

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Nueva Normalidad
Lectura: Una selección de Lucas 1:26-33
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: —¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo. Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo. —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el
trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
Reflexión
Los que han sido padres y madres podrán decir que es maravilloso y difícil. Que el ser padres y madres tiene muchos aspectos que también son agridulces. Por un lado, ven lo genial que son sus hijos o hijas. Les encanta ver la persona en se están convirtiendo.
Sin embargo, también hay sentimientos encontrados cuando los hijos e hijas comienzan a ser independientes, buscan su espacio propio y comienzan a tomar sus propios caminos.
Cuando María aceptó ser la madre de Jesús, no se había dado cuenta de todo a lo que se estaba apuntando. Probablemente ella estaba haciendo algo muy normal, como cepillarse los dientes, leer un libro, o caminando a casa luego de visita una amiga.
Pero una vez que el ángel apareció, ¡nada fue normal nunca más! María ahora sería madre de Jesús—la madre del Hijo de Dios. Su vida iba a cambiar mucho. Ella iba a sentir todo lo que las madres y padres sienten, excepto que su dolor iba a ser un día mucho más profundo.
Su hijo es sin duda la persona más genial del mundo y para ella debe haber sido hermoso verlo crecer cada día. Sin embargo, también tuvo que verlo morir, la que es quizás la peor vivencia para una madre o un padre. Pero también lo vio volver a la vida como el Salvador de todo el mundo, lo que es la experiencia más increíble para cualquier ser humano.
Gracias a Jesús nada es “normal” para nosotros tampoco. Tenemos la oportunidad de vivir en un mundo donde Dios se convirtió en un ser humano. Dios ha elegido salvar el mundo. A través de Jesús, ¡Dios está haciendo todas las cosas nuevas!
Preguntas
• ¿Cómo se sintió María respecto a convertirse en la mamá de Jesús?
• ¿Qué podemos aprender de esa actitud?
Oración
Jesús gracias porque viniste a cambiar lo que era “normal” en nuestro mundo. Gracias porque trajiste esperanza en un mundo donde lo normal era no tenerla. Gracias porque trajiste amor, donde lo normal era odiarse. Gracias porque trajiste luz, donde lo normal era la oscuridad. Amén

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¡A Prepararse!
Lectura: Mateo 3:1-6
En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea. Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca». Juan era aquel de quien había escrito el profeta Isaías:
«Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino para el Señor,
háganle sendas derechas”».
La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello. Llevaba puesto un cinturón de cuero y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Acudía a él la gente de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región del Jordán.
Cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán.
Reflexión
Cuando alguien viene a tu casa, no sólo entran directamente. Por lo general tocan el timbre o citófono. Es la forma en que anuncian que vienen.
Si tu familia es especialmente ordenada, podrían recoger algunos juguetes y apilar algunos papeles antes de abrir la puerta. El tiempo entre oír el timbre de la puerta y abrir la puerta les da una oportunidad de limpiar e intentar prepararse para recibir a la persona que está llegando.
Juan el Bautista era algo así como un timbre para Jesús. Él permitió que todos supieran que Jesús venía. Juan llegó primero, dando a todos, la oportunidad de preparar sus corazones para Jesús.
Él invitó a las personas a confesar sus pecados y ser bautizadas, para que pudieran estar limpias cuando llegó Jesús.
Al igual que Juan y las personas a las que bautizó, podemos prepararnos para la venida de Jesús. Podemos confesar y arrepentirnos de nuestros pecados. ¡Podemos preparar nuestros corazones para recibir a Jesús en Navidad!
Preguntas
• ¿Cómo te preparas para recibir una visita especial en tu casa?
• ¿Cómo puedes tú preparar el camino para que tus familiares o amigos conozcan a Jesús?
Oración
Jesús, gracias porque tu viniste a nuestro hogar y vidas aún cuando las cosas no siempre están tan ordenadas. Gracias porque tu no te sorprendes con ese desorden, sino me ayudas a traer orden en medio del caos. Jesús, eres el mejor.

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Silencio
Lectura: Una selección de Lucas 1:5-25:
En esto un ángel del Señor se le apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se
asustó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: —No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu
oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. … Hará que muchos israelitas se
vuelvan al Señor su Dios. Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar
a los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un
pueblo bien dispuesto para recibir al Señor. —¿Cómo podré estar seguro de esto? —preguntó Zacarías al
ángel—. Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada. —Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de
Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. Pero, como no
creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar
hasta el día en que todo esto suceda.
Reflexión
¿Es difícil o fácil para ti permanecer en silencio durante mucho tiempo? Para la mayoría de nosotros es bastante difícil. ¡Hay tantas cosas de que hablar!
Pero Zacarías no tenía otra opción. Dios le hizo incapaz de hablar durante
aproximadamente nueve meses, mientras que su esposa, Elisabet, estaba embarazada de su hijo. No podía hablar con Elisabet sobre las cosas que tenían que preparar para un bebé.
No podía decirle que había hecho una deliciosa cena. No podía hablar con sus amigos acerca de su trabajo.
Me pregunto si ser forzado a permanecer en silencio fue en realidad muy útil para Zacarías.
A veces, cuando estamos tan ocupados charlando, no nos damos cuenta de la presencia silenciosa de Dios. Tal vez no hablar, le ayudó a Zacarías ver a Dios con él durante el día.
Me pregunto si sería útil para nosotros tener algunos momentos de tranquilidad durante
Adviento. Con el loco ritmo de diciembre en Chile ¿Será tal vez necesario buscar un tiempo de silencio para pensar en el verdadero sentido de la navidad y estar más conscientes de la presencia de Jesús en medio nuestro?
Preguntas
• ¿Recuerdas algo importante para ti que haya tardado en llegar?
• ¿Has tenido tiempos de silencio y calma esta semana?
Oración: Jesús no quiero pasar de largo el profundo significado de tu venida a la tierra. Ayúdame a detenerme y encontrarme contigo una vez más. Amén

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El Buen León
Lectura: una selección de Daniel 6
Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían en dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres veces al día. Cuando aquellos hombres llegaron y encontraron a Daniel orando e implorando la ayuda de Dios, fueron a hablar con el rey respecto al decreto real: —¿No es verdad que Su Majestad publicó un decreto? Según entendemos, todo el que en los próximos treinta días adore a otro dios u hombre que no sea Su Majestad será arrojado al foso de los leones. —El decreto sigue en pie —contestó el rey—. Según la ley de los medos y los persas, no puede ser derogado. …
El rey dio entonces la orden, y Daniel fue arrojado al foso de los leones. …
Tan pronto como amaneció, se levantó y fue al foso de los leones. Ya cerca, lleno de ansiedad gritó: —Daniel, siervo del Dios viviente, ¿pudo tu Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los leones? —¡Que viva Su Majestad por siempre! —contestó Daniel desde el foso—. Mi Dios envió a su ángel y les cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!
Reflexión
Daniel era valiente. La razón por que fue valiente era porque confiaba en Dios. Daniel sabía que Dios era poderoso y tendría cuidado de él.
Daniel no tenía miedo de orar a Dios, a pesar de que el rey había hecho una regla de que la gente sólo podía orar al rey. Daniel no tuvo miedo de entrar en el foso de los leones, a pesar de que los leones estaban hambrientos y listos para comérselo. Daniel sabía que Dios iba a cuidar de él.
¡Y Dios lo hizo! Dios envió a un ángel para cerrar las bocas de los leones para que no pudieran morder Daniel.
¿Sabías que cuando Dios envía un ángel, es como si Dios enviara a sus agentes especiales para ayudarnos? Los ángeles no son sólo amigos de Dios. Ellos representan a Dios. Por lo que el ángel en el foso con Daniel, era Dios proveyendo de un cuidado y ayuda muy especial para Daniel.
¡Dios mismo estaba protegiendo a Daniel! Dios—el león de Judá—mostró a los leones de Babilonia que él era más poderoso y que protegería a Daniel.
Preguntas
• ¿Recuerdas algún momento en que Dios te ayudó a ser valiente?
• ¿Cómo te sientes al saber que Dios está contigo?
Oración: Dios gracias porque tú siempre cuidas de mi. Y gracias porque enviaste a Jesús, el Gran Salvador, a vivir en medio nuestro. Ayúdame a ver y valorar tu cuidado en cada momento de mi vida.

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Oscuridad En Lo Profundo
Lectura: Jonás 3:1-5
El SEÑOR habló por segunda vez a Jonás: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje que te he dado».
Esta vez Jonás obedeció el mandato del SEÑOR y fue a Nínive, una ciudad tan grande que tomaba tres días recorrerla toda. El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento.
Reflexión
Jonás no era muy bueno para oír. En realidad, probablemente escuchaba bien, pero era malo para obedecer. Cuando Dios le dijo que fuera a Nínive, Jonás se subió en el primer barco ¡en la otra dirección!
Dios amaba a las personas de Nínive y quería que lo conocieran, así que levantó una gran tormenta para llamar la atención de Jonás. Jonás les pidió a los marineros que lo lanzaran al mar para que la tormenta se detuviera y ellos lo hicieron. Luego, un pez gigante se tragó a Jonás. Jonás permaneció en el vientre del pez durante tres días.
Cuando finalmente el pez lo escupió, Jonás decidió finalmente obedecer a Dios y fue a Nínive. Cuando llegó, les dio el mensaje de Dios y ¡ellos creyeron!
Jonás no fue la única persona en pasar tiempo en un lugar húmedo y oscuro durante tres días. Eso es lo que Jesús hizo mientras estaba en la tumba. Jesús, a diferencia de Jonás, estuvo dispuesto a obedecer lo que Dios le pidió, y su obediencia significó que muchas personas tuvieran la oportunidad de confiar en Dios.
Preguntas
• ¿Te cuesta ser obediente con Dios?
• ¿Alguna vez has tratado de esconderte de Él?
Oración:
Dios, ayúdame a ser obediente para que otras personas puedan conocerte. Ayúdame a escuchar tu voz y estar atento a lo que quieres que haga. Amén.

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Amigos Otra Vez
Lectura: Isaías 11:6-9
En ese día el lobo y el cordero vivirán juntos,
y el leopardo se echará junto al cabrito.
El ternero y el potro estarán seguros junto al león,
y un niño pequeño los guiará a todos.
La vaca pastará cerca del oso,
el cachorro y el ternero se echarán juntos,
y el león comerá heno como las vacas.
El bebé jugará seguro cerca de la guarida de la cobra;
así es, un niño pequeño meterá la mano en un nido de víboras mortales y no le pasará nada.
En todo mi monte santo no habrá nada que destruya o haga daño,
porque así como las aguas llenan el mar,
así también la tierra estará llena de gente que conocerá al SEÑOR.
Reflexión
Antes que Adán y Eva pecaran, el mundo estaba en paz. Adán y Eva jamás habían peleado y los animales se llevaban bien entre ellos. ¡No había ningún peligro! Podías acercarte a un león sin miedo a ser atacado ni mordido. Pero una vez que el pecado entró al mundo, toda esa paz desapareció.
Algún día Dios restaurará la paz en el mundo, y los animales y las personas volverán a llevarse bien. Depredadores y presas podrán descansar juntos. Y las personas, en vez de pelear y luchar, trabajarán y jugarán juntos. Ese es el mundo en que el Jesús es Rey.
Preguntas
• ¿Puedes imaginar a un lobo sentado junto a un cordero?
• ¿De qué maneras puedes colaborar con la paz en tu casa esta Navidad?
Oración
Dios, ¡qué hermoso es pensar en ese mundo libre de peleas y peligros! Trae pronto esa paz donde reinarás para siempre. Amén.

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Viene La Luz
Lectura: Una selección de Isaías 9:2-7
El pueblo que camina en oscuridad verá una gran luz.
Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad, brillará una luz.
Reflexión
¿Alguna vez has estado en un lugar completamente oscuro? Quizás fue en un campamento, un bosque o quizás en tu propio dormitorio en la noche. La oscuridad puede ser confusa y dar miedo. Cuando no sabes qué es lo que te rodea, puede ser muy angustiante.
El pueblo de Dios estuvo en una profunda oscuridad. No es que era de noche todo el tiempo, aunque se sentía como si fuese de esa manera. No podían ver a la persona que vendría a salvarlos. Después de un tiempo, pensaron que jamás llegaría. ¡Habían perdido la esperanza!
Este capítulo de Isaías le recuerda al pueblo de Israel que la luz está por venir. ¡Ya saldría el sol! ¡No sería de noche para siempre! La luz que vendría sería una persona y su nombre era Jesús. Él venía a salvar a su pueblo. Y cuando Él estuviese, no habría miedo ni tristeza nunca más.
Preguntas
• ¿Qué áreas de la sociedad necesitan ser alcanzadas por la luz de Jesús?
• ¿Cómo puedes colaborar para que eso suceda?
Oración
Jesús, gracias por venir al mundo para traer luz y eliminar la oscuridad. ¡Ahora podemos ver y no tener miedo! Amén.

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Misión Peligrosa
Lectura: Selección de Ester 4
Mardoqueo le envió la siguiente respuesta a Ester: «No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?».
Entonces Ester envió la siguiente respuesta a Mardoqueo: «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa y hagan ayuno por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de noche ni de día; mis doncellas y yo haremos lo mismo. Entonces, aunque es contra la ley, entraré a ver al rey. Si tengo que morir, moriré».
Reflexión
El rey Asuero accedió a ordenar mandar a asesinar a todos los judíos. Así que la reina Ester tomó la valiente decisión de ir hablar con el rey y tratar de convencerlo de lo contrario. Esta misión era más peligrosa de lo que suena, ya que nadie podía ir a hablar con el rey sin ser invitado y, si lo hacías, podía significar tu muerte. Sin embargo, Ester estaba dispuesta a morir para salvar a su pueblo.
¿Te suena conocido? Jesús también estuvo dispuesto a morir por su pueblo. Y no solo eso. Con su muerte, Jesús nos trajo vida. Gracias a Él la muerte ya no es aterradora ni el fin de todo, porque Jesús venció la muerte.
Ester se arriesgó a la muerte y, gracias a eso, trajo vida a su pueblo. Tú y yo también podemos tomar riesgos y ser valientes para traer vida a otras personas.
Pregunta
• ¿Qué cosas que requieran de valentía puedes hacer para ayudar a mejorar la vida de otras personas?
Oración:
Jesús, gracias por ser valiente y estar dispuesto a entregar tu vida por nosotros. Con tu muerte, nos has regalado vida. Ayúdame a ser valiente para poder ayudar a otras personas como lo hizo Ester. Amén.

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Un fuego poderoso
Lectura: Selección de 1 Reyes 18:17-39
A la hora que solía hacerse el sacrificio vespertino, el profeta Elías caminó hacia el altar y oró: «Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, demuestra hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; demuestra que yo he hecho todo esto por orden tuya. ¡Oh SEÑOR, respóndeme! Respóndeme para que este pueblo sepa que tú, oh SEÑOR, eres Dios y que tú los has hecho volver a ti».
Al instante, el fuego del SEÑOR cayó desde el cielo y consumió el toro, la leña, las piedras y el polvo. ¡Hasta lamió toda el agua de la zanja! Cuando la gente vio esto, todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: «¡El SEÑOR, él es Dios! ¡Sí, el SEÑOR es Dios!».
Reflexión
Muchas veces Dios no es muy popular. Las personas se olvidan de Él y ponen su confianza en otras cosas. En el relato de hoy, un enorme grupo de personas confiaron en supuestos dioses, mientras que una sola persona – Elías – confiaba en el Dios único y verdadero.
Pero el no ser popular no hace que Dios sea menos poderoso. No importaba cuantas personas confiaran en estos supuestos dioses, Baal y Asera, siempre serían exactamente eso: supuestos dioses. Por eso ¡no tenían el poder para ayudar a nadie! No importaba cuánta gente orara a ellos, Baal y Asera jamás podrían hacer algo. Pero tan pronto como Elías oró a Dios, ¡Dios encendió el altar en llamas!
Dios es el único poderoso, el único que realmente nos puede ayudar. Su poder no tiene que ver con su popularidad ni con cuánta gente lo siga. El poder de Dios viene de Él mismo, de su profundo amor por las personas. Dios mostró su amor de la manera más asombrosa cuando vino a la Tierra como Jesús. Y mostró su poder de la manera más increíble cuando Jesús le ganó al mal y la muerte.
Preguntas
• ¿Qué cosas asombrosas ha hecho Dios por ti?
• ¿Sería más fácil para ti confiar en Dios al ver una gran muestra de su poder?
Oración
Dios, te alabo por tu poder y tu amor. Te doy gracias porque solo Tú puedes hacer cosas increíbles y maravillosas que parecen imposibles. Gracias por mostrarme tu poder y amor a través de Jesús. Amén.

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Un Templo Vivo
Lectura: Selección de 1 Reyes 5 y 6
Así que tengo planeado construir un templo para honrar el nombre del SEÑOR mi Dios, tal como él le había indicado a mi padre David. Pues el SEÑOR le dijo: “Tu hijo, a quien yo pondré en tu trono, construirá el templo para honra de mi nombre”…
Entonces el SEÑOR le dio el siguiente mensaje a Salomón: «En cuanto a este templo que estás construyendo, si tú sigues todos mis decretos y ordenanzas y obedeces todos mis mandatos, yo cumpliré por medio de ti la promesa que le hice a tu padre, David. Viviré entre los israelitas y nunca abandonaré a mi pueblo Israel».
Así que Salomón terminó de construir el templo.
Reflexión
El templo era realmente importante. Si lees el capítulo de 1 Reyes 6 podrás comprender lo hermoso y complejo que era. Era muy alto y estaba hecho de madera preciosa con imágenes talladas de árboles, frutas y ángeles. El interior estaba cubierto en oro, así que todo brillaba y resplandecía.
El templo no era solamente un edificio. Era un lugar donde Dios y las personas podía reunirse. Dentro del templo había una habitación especial llamada Lugar Santísimo donde vivía la presencia de Dios. Solo en ese lugar, Dios y las personas podían estar juntos.
Pero Dios tenía planes aún mejores. No quería que las personas tuvieran que ir a una habitación pequeña para poder estar con Él. Además, no cualquiera podía entrar en esa habitación. Así que Dios decidió que iba a convertirse en el templo. Jesús se llama a sí mismo el templo. Él es Dios y humano, el lugar donde los dos se reúnen. Gracias a Jesús ya no tenemos que ir a un lugar especial para estar con Dios, ni entrar en una habitación pequeñita. ¡Podemos estar con Dios siempre y en cualquier lugar!
Pregunta
• ¿Por qué crees decidió Dios que nos reuniéramos con Él en cualquier lugar y no solamente en una habitación especial en el templo?
Oración
Jesús, te doy gracias por ser el templo, el lugar donde puedo encontrarme con Dios. Gracias, Espíritu Santo por conectarme con Dios en cualquier lugar. Ayúdame a sentir que estás conmigo hoy y siempre. Amén.

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El Rey Pastor
Lectura: Selección de 2 Samuel 5:1-5
Y el SEÑOR le dijo: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel; tú serás el líder de Israel”». De modo que allí en Hebrón el rey David hizo un pacto ante el SEÑOR con todos los ancianos de Israel, y lo ungieron rey de Israel.
Reflexión
Los reyes y los pastores parecen ser opuestos. Los reyes se sientan en tronos, usan ropa cara y elegante, y hablan con personas muy importantes. En cambio, los pastores se sientan en los campos, usan ropa que se ensucia todo el tiempo y, la mayor parte del tiempo, hablan solo con ovejas.
David fue ambos. Fue un pastor que Dios escogió para ser rey. Aunque parezca un poco raro, probablemente un pastor sería un muy buen rey, ya que los pastores son humildes y se preocupan más por las personas que por el poder.
¿Sabes quién más fue un rey pastor? Si pensaste en Jesús, ¡estás en lo correcto! Jesús es el Buen Pastor. Nos conoce a cada uno, tal como un pastor conoce a sus ovejas y estuvo dispuesto a morir para que nosotros podamos vivir. Jesús también es el Rey de reyes. Venció al pecado y a la muerte. Ahora se siente en su trono gobernando sobre toda la Creación.
Preguntas
• ¿Por qué crees que un pastor podría ser un buen rey?
• ¿Puedes imaginar a Jesús cuidando de ti como si fueras una pequeña oveja?
Oración
Rey Jesús, ¡gracias por tener un corazón de pastor! Gracias por cuidarme y dar tu vida por mí, y a la misma vez, gobernar con sabiduría y justicia. Oro por los gobernantes de mi ciudad y nación para que aprendan de tu carácter de pastor cuidando de las personas de una manera amable, amorosa y gentil. Amen.

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”El Pequeño Gran Rey”
Lectura: Selección de 1 Samuel 16:1-15
Ahora bien, el Señor le dijo a Samuel: —Ya has hecho suficiente duelo por Saúl. Lo he rechazado como rey de Israel, así que llena tu frasco con aceite de oliva y ve a Belén. Busca a un hombre llamado Isaí que vive allí, porque he elegido a uno de sus hijos para que sea mi rey… De la misma manera, Isaí le presentó sus siete hijos a Samuel. Pero Samuel le dijo: —El Señor no ha elegido a ninguno de ellos. Después Samuel preguntó: —¿Son estos todos los hijos que tienes? —Queda todavía el más joven—contestó Isaí—. Pero está en el campo cuidando las ovejas y las cabras. —Manda llamarlo de inmediato—dijo Samuel—. No nos sentaremos a comer hasta que él llegue. Entonces Isaí mandó a buscarlo. El joven era trigueño y apuesto, y de hermosos ojos. Y el Señor dijo: —Este es, úngelo.
Al estar David de pie entre sus hermanos, Samuel tomó el frasco de aceite de oliva que había traído y ungió a David con el aceite. Y el Espíritu del Señor vino con gran poder sobre David a partir de ese día. Luego Samuel regresó a Ramá.
Reflexión:
A Dios le encanta convertir al más débil en el héroe de la historia. Él no suele elegir a la persona más fuerte, inteligente o importante. Le gusta usar a los pequeños, los débiles, los inesperados.
Uno pensaría que David podría no ser un muy buen rey. No sabía cómo luchar en batallas. No tenía ninguna experiencia en gobernar. De hecho, ¡lo único que había hecho era pasar mucho tiempo con ovejas! ¡No suena como un gran currículum para un futuro rey de una nación!
Sin embargo, Dios quería usar a David, el hermano más pequeño. ¡Él lo había elegido! De la misma manera, Dios, hace muchos años antes, había escogido al pueblo de Israel – un pequeño grupo de personas nada de fuertes ni impresionantes – para ser la nación por medio de quienes iba a bendecir al mundo entero.
También se parece mucho a la forma en que Dios eligió mostrar su amor a todo el mundo: viniendo como un pequeño y frágil bebé. Si hubiésemos visto a ese Jesús, probablemente no pensaríamos que llegaría a ser un muy buen rey. Cuando niño, pasó mucho tiempo trabajando en el taller de su papá. Cuando creció, no se pasó el tiempo haciendo grandes demostraciones de lo inteligente o poderoso que era. Y permitió que el gobierno lo matara. En Jesús, Dios usa al más débil para darnos vida eterna.
Preguntas:
- ¿Recuerdas otra historia en la Biblia donde un personaje débil se convierte en héroe?
- ¿Cómo te utiliza Dios a pesar de tus limitaciones?
Oración:
Dios, te doy gracias porque te gusta usar a las personas que el mundo ve como débiles o poco importantes. Ayúdame a recordar que deseas utilizarme a mí, incluidas todas mis limitaciones y debilidades, para hacer una diferencia y alcanzar a otros todos los días. Amén.

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Un Redentor Amoroso
Lectura: Una selección de Rut 3:1-4:12
Luego Booz se dirigió a las personas que estaban allí, y les dijo:
—Ustedes son testigos de que hoy le compro a Noemí todo lo que perteneció a Elimélec y a sus hijos. Además, me voy a casar con Rut, la viuda de Mahlón. Así, el primer niño que nazca heredará el terreno, y se mantendrá el nombre de la familia. Sus descendientes seguirán viviendo en Belén.—Sí, somos testigos —respondieron los que estaban presentes—. Deseamos que Dios le permita a Rut ser como Raquel y Lía, quienes tuvieron muchos hijos, de los cuales descendemos todos los israelitas. Que al casarte con esta joven mujer, tu familia llegue a ser tan grande como la familia de Fares, hijo de Judá y Tamar. Y que tú llegues a ser muy rico en toda Efrata y muy importante en Belén.
Reflexión
En Israel, había reglas para proteger a las mujeres cuyos esposos habían muerto. Una de esas reglas era que el hermano del marido muerto tenía que casarse con la viuda. Ese hermano era llamado el “pariente redentor”. Pariente significa un familiar y redentor significa alguien que te rescata. El hermano rescataría a la viuda y a su familia dándoles un lugar para vivir y llevando su apellido. En esta historia, Booz es el pariente redentor de Rut y Noemí. El marido de Noemí y el marido de Rut murieron, así que ellas estaban desamparadas y sin hijos, pero no estaban sin esperanza. Booz se acercó para casarse con Rut para que la familia pudiera continuar. Más tarde en la Biblia, leemos acerca de otro pariente redentor. Ese pariente redentor es Jesús. Todo el mundo estaba desamparado como Rut y Noemí lo estaban. Pero la Biblia dice que Jesús es como el novio en una boda, y la iglesia, que somos nosotros, es su novia. Al igual que Booz, él se acercó para para unir su vida con la nuestra y rescatarnos para siempre.
Preguntas
• ¿Por qué Booz estuvo dispuesto a casarse con Rut, a pesar de que no la conocía?
• ¿Por qué crees que Jesús estuvo dispuesto a rescatarnos?
Oración
Jesús, gracias por amarme y hacerme parte de la maravillosa familia de Dios. Amén.

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Reglas con Sentido
Lectura: Una selección de Deuteronomio 5:1-22
Moisés convocó a todo Israel y dijo: «Escuchen, israelitas, los preceptos y las normas que yo les comunico hoy. Apréndanselos y procuren ponerlos en práctica. El Señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en el monte Horeb. No fue con nuestros padres con quienes el Señor hizo ese pacto, sino con nosotros, con todos los que hoy estamos vivos aquí. Desde el fuego el Señor les habló cara a cara en la montaña».
Reflexión:
¿Alguna vez has visto la lista completa de las reglas en una piscina?
1. Ducharse primero. 2. No correr.
3. No lanzarse a la piscina.
4. No niños sin supervisión.
5. No comida o bebidas.
¿Quién hizo esas reglas?
Ducharse primero sólo parece tonto, ¿no es así? ¡Es como que la gente de la piscina está tratando de echar a perder toda nuestra diversión!
Los Diez Mandamientos también pueden parecer como una lista de reglas que Dios nos dio para arruinar nuestra diversión. Pero Dios no es así. Él dio a los israelitas los Diez Mandamientos para ayudarles a vivir mejor en una comunidad ordenada, respetuosa y segura, y que al obedecerlos ellos pudieran también ser un ejemplo para todo el mundo. Él no clavó los Diez Mandamientos en una pared y dejó a los israelitas solos para que los cumplan. No, Dios ya había elegido al pueblo de Israel y prometió amarlos y estar con ellos en todo momento. Nosotros también debemos seguir los mandamientos de Dios, no sólo porque ellos nos mantienen seguros, al igual que las reglas en la piscina, debemos seguirlos porque Dios nos ama. ¡Y la mejor noticia de todas es que Jesús nos ayuda a ser obedientes a los mandamientos de Dios, porque él ya lo hizo!
Preguntas
¿Cuál de los diez mandamientos es más fácil para ti obedecer?
¿Cuál es más difícil de obedecer?
Oración
Dios, gracias porque nos amas y estás con nosotros siempre, gracias porque tus mandamientos los pensaste para que a nosotros nos vaya bien. Te pedimos que la vida de Jesús nos inspire para obedecerlos como él lo hizo. Amén.

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Un Hijo Especial
Lectura: Una selección de Génesis 37:1-36
Israel amaba a José más que a sus otros hijos, porque lo había tenido en su vejez. Por eso mandó que le confeccionaran una túnica muy elegante. Viendo sus hermanos que su padre amaba más a José que a ellos, comenzaron a odiarlo y ni siquiera lo saludaban… Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, le arrancaron la túnica muy elegante, lo agarraron y lo echaron en una cisterna que estaba vacía y seca.
Reflexión
Los hermanos pequeños pueden ser muy complicados. En el caso de José, su padre, Jacob, lo amaba más que a todos sus hermanos. Jacob le dio a José una túnica especial, lo cual los puso celosos. Y en la mesa del desayuno por las mañanas, a José le gustaba contarle a su familia acerca de sus sueños. A menudo soñaba con que iba a ser el jefe todos sus hermanos. Eso puso a todos sus hermanos furiosos.
Los hermanos mayores pueden ser muy complicados también. En esta historia, los hermanos celosos de José decidieron matarlo a él y a sus sueños sin sentido. Ellos no lo mataron del todo, pero tomaron su túnica especial y lo vendieron a algún comerciante de esclavos por veinte piezas de plata.
José no es el único niño que ha sido el favorito de su padre y que provoca en sus hermanos el deseo de matarlo. La Biblia dice que Jesús es el hijo amado de Dios, algo así como el favorito de Dios. Y cuando Jesús empezó a compartir su mensaje con la gente, muchos se pusieron tan enojados que trataron de matarlo. La buena noticia es que la historia de José y sus hermanos termina bien. José termina gobernando el país, pero ayuda a salvar a su familia, igual que en la historia de Jesús. A Jesús también le robaron su túnica, a Él lo vendieron por treinta piezas de plata y luego lo mataron. Pero Jesús volvió a la vida y es el Rey de todo el mundo. Las personas que odiaban a Jesús son la misma gente que Él había venido a salvar. ¿Y sabes quiénes son esas personas? Somos tú y yo.
Preguntas
• ¿Cuáles cosas te ha perdonado Dios esta semana?
• ¿Es fácil para ti perdonar a quienes te han hecho mal?
Oración
¡Increíble, Jesús! Estoy sorprendido de que tú y José estuvieran dispuestos a amar a las personas que los aborrecieron. También estoy agradecido porque significa que me amas y me has salvado. Amén.

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Dios Provee
Lectura: Una selección de Génesis 22:1-14
Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: —¡Abraham! —Aquí estoy —respondió. Y Dios le ordenó: —Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. … Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham! —Aquí estoy —respondió. —No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo. Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El Señor provee». Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte provee el Señor».
Reflexión
Dios amaba mucho a Abraham, él fue la persona que Dios había escogido para formar una gran familia y así mostrar su amor a todo el mundo. Un día Dios decidió poner a prueba a Abraham antes de cumplir todo lo que le había prometido, entonces Dios pensó en la única cosa que sería más difícil para Abraham renunciar: Isaac, su hijo. Abraham amaba a Isaac con todo su corazón y ahora Dios le pedía que le diera a su hijo como regalo, esto significaba que Abraham tendría que matar a Isaac. Esto puso muy triste a Abraham, pero él creía que Dios mantendría la promesa de darle una gran cantidad de nietos. Él confió en Dios hasta el final. Cuando Dios vio que Abraham confiaba en él por completo, Dios proveyó otra manera. Le mostró a Abraham una oveja cerca, la que Abraham pudo dar a Dios como un regalo a cambio de su hijo. Muchos años más tarde, el mismo Dios entregó a su hijo. Esta vez, el hijo no fue Isaac; fue Jesús. Y esta vez, Jesús fue la oveja, también. Él es el Cordero de Dios, y Dios lo dio como regalo para el mundo entero; su vida, muerte y resurrección son la razón por la que celebramos en navidad.
Preguntas
• ¿Cómo crees que se sintió Isaac cuando iba a la montaña con su padre?
• ¿Cuánto crees tú que Dios te ama?
Oración
Jesús, gracias por ser un regalo para mí. Ayúdame a confiar en ti, incluso cuando las cosas son muy difíciles. Amén.

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Cuenta las Estrella
Lectura: Una selección de Génesis 15:1-6
Luego el SEÑOR lo llevó afuera y le dijo:
Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!
Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR se lo reconoció como justicia.
Reflexión
¿Pueden recordar alguna noche donde hayas observado muchas estrellas? Si hay una noche clara esta semana, vayan afuera antes de ir a la cama y encuentren un lugar donde puedas ver el cielo. Si no hay nubes y cielo está lo suficientemente oscuro podrán ver los diminutos destellos de estrellas, muy lejos en la distancia. Cuanto más tiempo los miren, más estrellas serán capaces de ver. Así es como Dios mostró a Abraham lo grande y numerosa que sería su familia. Dios prometió a Abraham que tendría un hijo y tantos nietos y bisnietos que no iba a ser capaz de contarlos, aunque lo intentara. ¿Te has dado cuenta que eres parte de la familia de Abraham? Cuando Dios le mostró a Abraham todas esas estrellas, ¡tú fuiste incluido, también! Por Jesús, somos adoptados en esa misma familia, la familia de Abraham y la familia de Dios. ¡La gente de las historias que estamos leyendo este Adviento son nuestros tátara tatarabuelas y tátara tatarabuelos!
Preguntas
• ¿Crees que Abraham intentó contar todas las estrellas que podía ver?
• ¿Qué se siente ser parte de la familia de Dios?
Oración
Dios de Abraham, Isaac y Jacob, gracias por hacerme parte de tu familia. Estoy agradecido por que me das la oportunidad de estar en la misma familia que Jesús. Amén.

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Una gran mudanza
Lectura: Una selección de Génesis 12:1-7
El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»
Reflexión
Abraham y Sara sacaron sus maletas, empacaron todas sus cosas, se despidieron de sus amigos, visitaron su restaurante favorito por última vez y luego cargaron todo y se mudaron lejos, muy lejos, porque Dios así se los pidió. Dios les dijo que si ellos se mudaban a este nuevo lugar, Dios los usaría para mostrar su amor a mucha más gente. Abraham y Sara estaban nerviosos por trasladarse a un nuevo lugar, pero estaban contentos de que Dios iba a usarlos para mostrar su amor. Jesús también conoce esos sentimientos. Él sabe lo que se siente tener que dejar atrás las cosas que son familiares e ir a un lugar nuevo. Antes de que Jesús viniera a la tierra como un pequeño bebé, Él vivía en el cielo con Dios. Y el cielo es un lugar espectacular, siempre se está muy cómodo allá, nunca hay mucho frío ni tampoco mucho calor, siempre hay alegría y diversión, y nunca se está de mal humor, todo es hermoso y asombroso. Pero Jesús sabía que si Él venía a la tierra, podría mostrar el amor de Dios a muchos, a ti y a mí también. Debido a que Jesús dejó ese lugar cómodo, nos dio la oportunidad de conocer el amor de Dios.
Preguntas
• ¿Qué se siente ir a un lugar nuevo?
• ¿Por qué estaba dispuesto Jesús a abandonar el cielo para mostrarnos el amor de Dios?
Oración
Jesús, muchas gracias por haber venido a la tierra para mostrarnos cuanto nos ama Dios. Ayúdame a dejar mi comodidad en esta navidad para hacer cosas donde otras personas puedan conocer ese amor, Amén.

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Una nueva oportunidad
Lectura: Una selección de Génesis 6:11-9:13
El diluvio cayó sobre la tierra durante cuarenta días. Cuando crecieron las aguas, elevaron el arca por encima de la tierra. Las aguas crecían y aumentaban cada vez más, pero el arca se mantenía a flote sobre ellas. Tanto crecieron las aguas, que cubrieron las montañas más altas que hay debajo de los cielos. El nivel del agua subió más de siete metros por encima de las montañas. Así murió todo ser viviente que se movía sobre la tierra: las aves, los animales salvajes y domésticos, todo tipo de animal que se arrastraba por el suelo, y todo ser humano. Pereció todo ser que habitaba la tierra firme y tenía aliento de vida.
Reflexión
Cuando Dios creó a Adán, se puso de rodillas en el suelo, tomó un puñado de tierra y un poco de agua, hizo barro y le dio la forma de un hombre. Entonces Dios se acercó y sopló su propio aliento en la nariz de Adán y éste cobró vida. Él vivió porque tenía el aliento de vida en él.
Ahora, en esta historia, Dios quita el aliento de vida. Todos en todo el mundo estaban haciendo cosas terribles y eso rompió el corazón de Dios. Cuando Dios le dio vida a Adán, él esperaba que Adán y toda la gente después de él, se amaran y cuidaran el uno al otro, y respetaran y amaran a Dios. Pero no pasó mucho tiempo para que la gente comenzara a odiarse, dañar las cosas que Dios había creado y a desobedecer a Dios en todo. Llegó a ser tan terrible el comportamiento de las personas que Dios decidió simplemente ponerle fin a todo. Así que se inundó la tierra para que murieran todos los animales y todas las personas, excepto Noé, su familia, y algunos animales. El mismo aliento que sopló en Adán, Dios lo quitó de todos.
Pero Dios quería empezar de nuevo. Y lo hizo, Dios nos ha dado un nuevo tipo de aliento, el aliento del Espíritu Santo. En cierto modo, Dios ha soplado en nosotros al igual que sopló en Adán. Vivimos porque tenemos el Espíritu Santo, el aliento de vida, en nosotros. El Espíritu Santo es Dios viviendo en nosotros gracias a la confianza que hemos puesto en Jesús.
Preguntas
• ¿Cómo se siente tomar un profundo respiro de aire fresco?
• ¿Cómo se siente el aliento del Espíritu Santo dentro de ti?
Oración
Dios, tú das el aliento de vida y tú lo quitas. Gracias porque has enviado al Espíritu Santo a vivir en nosotros por creer en Jesús ¿Nos llenas más con tu Espíritu Santo, para que podamos vivir en una forma que muestre nuestro amor por ti y nuestro amor por otras personas? Amén.

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Consecuencias
Lectura: Una selección de Génesis 3
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera. … Y [Dios el Señor] dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén, para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
Reflexión
En el comienzo de todo Dios creó un lindo jardín, en ese lugar los árboles daban sombras refrescantes y frutos asombrosos. Las flores crecían salvajemente. Los pájaros cantaban las más lindas melodías. Los conejos correteaban y jugaban junto a los lobos. Este jardín, con un árbol justo en el centro, era el lugar donde Dios vivía con la gente que creó. Pero cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, Dios sabía que ya no podía confiar en ellos para que vivieran en aquel jardín. Las consecuencias de la desobediencia fueron muy tristes para ellos y también para nosotros, Dios los tuvo que enviar lejos. Desde entonces, la gente no ha sido capaz de vivir tan cerca de Dios como lo hicieron Adán y Eva. Pero las buenas noticias son que Dios ha estado trabajando duro para que podamos vivir con él de nuevo. En la Biblia, obtenemos una vista previa del final de la historia. ¡Dios está construyendo una ciudad—con un árbol en el centro, donde vamos a vivir con él de nuevo! Entonces, ¿cómo podemos llegar desde el árbol en el comienzo hasta el árbol al final? Dios lo hizo a través de otro árbol. Ese árbol se cortó y con su madera hicieron una cruz. Cuando Jesús murió en esa cruz, cerró la distancia entre nosotros y Dios. Jesús lo hizo para que pudiéramos volver a una vida alegre y pacífica con Dios.
Preguntas
• ¿Qué cosas te hacen sentir lejos de Dios?
• ¿Qué esperas de vivir cerca de Dios?
Oración
Amoroso Dios, te pedimos perdón por hacer cosas que ponen distancia entre nosotros y tú. Jesús, gracias por cerrar esa distancia cuando moriste en la cruz. ¡Estamos muy emocionados de vivir prono contigo en la ciudad con un árbol! Amén.

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A su Imagen
Lectura: Una selección de Génesis 1:26-31
Y dijo [Dios]: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo». Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.
Reflexión
¿Sabías que cuando Dios hizo a los humanos, nos hizo parecidos a él? Dios hizo todas las estrellas y planetas, todas las ballenas, y los chucaos, todos los pumas, los arrayanes y araucarias del bosque, pero Dios no hizo ninguna de esas cosas a su imagen. Sólo cuando él hizo a los humanos dijo, “Hagámoslos como nosotros”. ¡Es verdad! Hay algo en ti que está hecho para parecerse a Dios. ¿Son tus ojos? ¿Cuando te alegras se iluminan tu mirada, al igual que la de Dios? ¿Es tu pelo? ¿Tiene Dios un remolino en el mismo lugar que tú? Cuando algo es tan gracioso que casi no puedes respirar, ¿tus risas suenas como suenan las de Dios? Es difícil saber exactamente como se ve y suena Dios— Pero si podemos saber como es Dios a través de Jesús. Jesús es Dios en forma de un ser humano. Jesús es exactamente igual a Dios. ¡Él es Dios! Así que si tú te preguntas qué de ti se parece a Dios, sólo puedes pensar en Jesús. Puede que no tengas el color de su pelo y tu cuerpo podría estar hecho de manera diferente al de él, pero tu corazón puede verse como el corazón de Jesús.
Preguntas
• ¿Qué cosas de tu personalidad o carácter se parecen a Jesús?
• ¿Puedes pensar en cómo Dios te hizo para que te parezcas a Él?
Oración
¡Dios eres maravilloso! Nos sentimos muy especiales porque nos hiciste como tú. Gracias por pensar en nosotros de esa manera. ¿Nos ayudas a llegar a conocer a Jesús para que podamos parecernos más y más a Él? Amén.

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Lectura: Isaías 11:1-2
Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá de sus raíces. El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Reflexión:
Hace mucho tiempo, el pueblo de Dios fue expulsado de su país y fue enviado a vivir a una tierra lejana. La vida en ese nuevo lugar era muy dura y sus nuevos vecinos eran malos. El pueblo de Dios tampoco se estaba comportando de la mejor manera. Parecía que todos sólo se preocupaban por ellos mismos, algunos niños pequeños no tenían padres, y nadie se hacía cargo de ellos, algunas personas mayores no tenían familia y nadie se molestaba en ver cómo estaban. Dios estaba muy triste y enojado por ese comportamiento, Él ama a las personas, Él se preocupa por nosotros y quiere que nos cuidemos y amemos entre todos. Así que Dios le dijo a su gente que le iba a poner fin a esa situación, al igual como ocurre cuando se tala un árbol grande. Una vez que el árbol es cortado, ese es el final, porque deja de crecer. Pero Dios hizo una promesa: un nuevo retoño podrá brotar del tronco de un árbol muerto. Un brote verde y fresco podrá empezar a crecer. Ese nuevo retoño es Jesús. El viene desde el tronco de su tatarabuelo, Isaí.
Para el resto de Adviento, vamos a escuchar más historias sobre las personas en la historia de la familia de Jesús y sobre la forma en que ayudaron a Dios a traer nueva vida y esperanza a su pueblo.
Preguntas:
• ¿Alguna vez has visto un nuevo retoño creciendo en un árbol viejo?
• ¿Cómo se siente tu corazón cuando ve nuevas plantas creciendo en primavera?
Oración:
Dios, tú nos das esperanza. Gracias por darnos a Jesús, como un nuevo retoño en primavera, Ayúdanos a poner toda nuestra atención en Él en este Adviento. Amén.